El descargo de parte de la institución es a raíz del caso de Jonás Szul, de tres años de edad, que estuvo internado en el Hospital de Niños, en donde la familia del niño a través de los medios de comunicación local y sus redes sociales personales daban a entender que lo tenían “prisionero” en el nosocomio, a la espera de una derivación inmediata al Hospital Garrahan.
Dicho comunicado comenzaba condenando “cualquier forma de maltrato, desacreditación y presión a la que pudieron ser sometidos médicas y médicos pediatras y otras especialidades del Hospital de Niños Eva Perón días pasados. Creemos firmemente que las decisiones médicas deben tomarse basadas en criterios médicos y no en presiones externas de ningún tipo, tales como familiares, redes sociales y medios de comunicación, los que especialmente se hacen eco de manera unilateral y liviana.”
Agregó que “la derivación de un paciente debe ser siempre en beneficio del mismo y su condición médica debe ser el único factor determinante en la decisión”.
“Velamos por total independencia y ética médica, basadas en el juicio profesional y en el bienestar de los pacientes, sin verse afectados por la influencia externa… trabajando para garantizar que los profesionales de la Medicina puedan llevar a cabo su trabajo sin obstáculos y que se priorice la calidad de atención, la contención del paciente, la comunicación clara y sincera de su estado de salud, siempre a tiempo”
Sobre el polémico traslado, recordó que “si se necesita un centro de mayor complejidad sea en el consenso de una junta médica o decisión basada en límites de un diagnóstico correcto o un mejor tratamiento, el Hospital de Niños viene trabajando directamente con consultas por telemedicina con el Hospital Garrahan para evitar derivaciones innecesarias evitando su costo y desarraigo familiar”.