A pesar de que la publicación data del 2020, la publicación de la profesora Claudia Marcela Paira continúa siendo "compartida" en Facebook.
"Seño, ¿tenés algo para comer?; seño, ¿escuchás mi panza?; seño, ayer no comí ¿Puedo repetir el pan y llevarle a mi hermano?", narra el escrito anónimo que refleja la realidad de las maestras de primarias en Argentina.
Desde Paraná, Entre Ríos llegó este poema hasta tierras catamarqueños, para ser replicado en cuentas de docentes locales.
"Seño, dicen en mi casa que no compran el material porque vos te lo llevás a tu casa.
Seño, me duele una muela desde la semana pasada y me dicen que no es nada.
Seño te quiero mucho.
Seño, dicen en mi casa que no tienen porque ayudarme hacer la tarea, que por eso te pagan a vos.
Seño, me dicen en mi casa que tengo piojos porque vengo a la escuela.
Seño, me dicen que no me puede comprar los útiles, que no es obligatorio.
Seño, ¿me prestás plata para el kiosco?
Seño, dicen en mi casa que estás loca, que no te de bolilla.
Seño, ¿tenés un lápiz que me prestes?
Seño, ayer no vine porque teníamos que traer algo para compartir y no tengo.
Seño, no tengo cuaderno.
Seño, me dijeron en mi casa que te diga que no tienen dinero para las copias.
Seño, no me dieron nada para el recreo.
Seño, ¿tenés algo para comer?
Seño, ¿escuchás mi panza??
Seño, ayer no comí. Puedo repetir el pan, puedo llevarle a mi hermano.
Seño, me duele la cabeza.
Seño, me aprietan los zapatos.
Seño, mi mamá se fue de mi casa.
Seño, yo me quiero ir con vos a tu casa.
Seño, mi papá le pega a mi mamá.
Seño, me pegan con un palo.
Seño, me fui a vivir con mi abuela.
Seño, mi papá tiene otros hijos.
Seño, en mi casa no me quieren.
Seño, ¿qué te pasa hoy? No estas contenta como siempre.
Seño, ayer mis papás se pelearon.
Seño, ya tengo un nuevo papá.
Seño, ayer no pude venir porque tenía que cuidar a mi hermanito.
Seño, ¿tenés hijos?
Seño, ¿tenés novio?
Seño ¿mañana también vas a oler rico?
Mamá, digo Seño.
Seño… seño… seño...
Seño, te quiero mucho!!!
Seño hoy estás muy bonita.
Seño, luche... luche que se escuche..."
Datos que ilustran la realidad de las infancias argentinas
UNICEF se basa en datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC que muestran que en el primer semestre de 2022 el 51,5% de las niñas y niños son pobres por ingresos: viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos y servicios. Además, si se suman las privaciones no monetarias previamente mencionadas, el valor asciende al 66% de las chicas y chicos del país.
Dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro, según un nuevo informe de UNICEF sobre pobreza multidimensional presentado hoy.
En total, son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH. 3,7 millones (28%) enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente: es decir, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado. Esta situación, que refleja el núcleo más duro de la pobreza, se mantiene desde hace más de seis años, de acuerdo con el estudio “Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina”.