Con un auditorio colmado de personas de todas las edades, se estrenó el lunes 27 en la Sala Ezequiel Soria del Cine Teatro Catamarca la película documental Esquirlas, sobre la trágica explosión de la fábrica militar de Río Tercero en 1995.
Antes de ser proyectada, Julieta Seco explicó que “las imágenes no fueron registradas para ser cine, sino que devino después en cine al relatar en primera persona, es como una historia de terror, pero documental. Estoy muy contenta de presentarla en mi provincia”.
El 3 de noviembre de 1995 estalló la fábrica militar de Río Tercero, dejando daños irreparables para los habitantes de la ciudad. En ese entonces, la directora del documental Natalia Garayalde, tenía doce años y vivía en el barrio militar de Río Tercero junto a su familia, registró todo con una cámara familiar VHS que había adquirido su padre. Tiempo después, recopiló archivos de vecinos, canales de televisión e instituciones públicas de Córdoba para realizarlo.
“Natalia venía trabajando en esta película, ya en la secundaria militaba esta causa, estudió periodismo porque entendió que era una lucha colectiva y supo que había sido un hecho político. El material que tenía estaba mezclado con registros súper íntimos y también públicos, entonces el proceso que hicimos juntas fue confiar que el contenido biográfico tenía esa potencia para la denuncia, esa potencia de los niños y de que lo que sucedía en esa casa también sucedía en otras casas”, comentó Julieta.
Y agregó “En los estrenos internacionales entendimos que trasciende y que esto, la corrupción, sucede en todos lados. Ella (Natalia) dice que es una peli narrada desde la derrota y desde la denuncia y era muy difícil dejar lugar a la poesía dejando en claro quiénes fueron los responsables, por eso entendimos que mejor era que ella lo narre, y que ella siendo niña lo narre y lo transforme haciendo un duelo”.
Julieta Seco recibió devoluciones del público y respondió preguntas acerca de la edición. Contó que la realización del largometraje les demandó cuatro años porque a lo largo del proceso del armado les llegaba más material.
“La voz en off y la llegada de casetes nuevos fue hasta el final. Es una peli desprolija incómoda de ver, pero defendimos eso porque muestra el realismo de esa época. Es una peli que nunca buscó ganar premios y por eso los ganó, es una película muy sincera”, señaló.
En otro tramo de la charla, recordó que la proyección de Esquirlas “más difícil” fue durante el estreno en Río Tercero. “Fueron familiares de las víctimas, fue la función más difícil de todas. Actualmente sé que se está proyectando en escuelas en Río Tercero. Cuando Nati la proyectó en Río Tercero dijo: ‘Cumplí’. Cerró un ciclo”.
Por último, anticipó que la directora del documental se encuentra trabajando en un nuevo proyecto de archivo con una familia que padeció la guerra de los Balcanes, donde se habrían utilizado misiles enviados desde Argentina.