La preocupación del equipo económico del Gobierno por la escasez de reservas del Banco Central se intensificó en la última semana, cuando la entidad monetaria se desprendió de US$588 millones en cuatro días hábiles.
En lo que va del mes, el BCRA ya vendió US$1459 millones por la sumatoria de importaciones, demanda de energía y compras de provincias y empresas para hacer frente a compromisos financieros. En los tres meses que lleva el año, el organismo ya se deshizo de US$2500 millones.
La fragilidad de la situación enciende alarmas en los despechos oficiales, mientras los diagnósticos de los analistas privados son desalentadores: en la consultora 1816, por ejemplo, estimaron que en el Central las reservas netas no superarían los US$1500 millones.
Esto ocurre en un contexto en que el Gobierno salió con anuncios de desembolsos internacionales y postergó el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) para la próxima semana.