Desde la empresa informaron que la actualización de precios intenta “absorber mínimamente los incrementos de los precios de los biocombustibles, el aumento de costos logísticos, y la variación del tipo de cambio oficial que afecta el precio de las materias primas que utilizamos para la producción de combustibles”.
La decisión de Raizen se da en el marco del acuerdo alcanzado entre las petroleras y el Gobierno nacional para que los combustibles formen parte del programa Precios Justos y tengan aumentos mensuales con un tope del 4% hasta marzo de este año.
Las empresas habían aplicado en diciembre un primer incremento en el marco de este entendimiento, pero en enero aceptaron que el aumento pautado se aplique a partir del 15 de enero para evitar un mayor impacto inflacionario.
De esta manera, el precio de la nafta súper en las estaciones de servicio de Shell dentro de la Ciudad de Buenos Aires rondará los $162,88, mientras que el de la nafta premium será de $197,81. Por su parte, el gasoil común pasará a costar $182,13 y el premium $236,43. Cabe destacar que Shell expende a importes más elevados que los de YPF: es, por lo menos, $10 más cara.
Se espera, como es habitual en cada suba de la nafta, que en las próximos horas las petroleras como YPF y Axion sigan el mismo camino que Shell y aumenten el precio de sus surtidores.
Tal como fue acordado entre las petroleras y el ministerio de Economía, habrá aumentos en los próximos meses. Se espera otro 4% para el mes de febrero y un 3,8% en marzo. Luego, el Gobierno y las empresas se reunirán para definir los incrementos del resto del año.