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La policía desmanteló los campamentos de los bolsonaristas y desplazaron al gobernador de Brasilia

Las fuerzas de seguridad desalojaron a los manifestantes tras una orden emitida por la justicia local. También apartaron del cargo por 90 días al gobernador del Distrito Federal. Buscan crear una comisión para investigar el rol de Bolsonaro en lo ocurrido.

Fuerzas de la policía del Brasil desmantelaban este lunes el campamento instalado por adherentes del expresidente Jair Bolsonaro frente al cuartel general del Ejército, tras una orden emitida por el ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Alexandre de Moraes.

Imágenes reproducidas por el portal de noticias G1 mostraban personas cargando carpas y bolsos, varios de ellos con remeras amarillas e inscripciones de apoyo al ex mandatario ultraderechista, mientras dejaban el lugar, luego que De Moraes diera un plazo de 24 horas para cumplir la orden.

Medios locales informaron que unas 1200 personas fueron detenidas en las últimas horas. El grupo de radicales se encontraba acampando en el lugar desde la segunda vuelta de las elecciones.

"La situación en Brasilia está controlada”, afirmó a través de Twitter el interventor federal en el Distrito Federal, Ricardo Cappelli, quien asumió el comando de todas las fuerzas de seguridad de Brasilia después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ordenara una intervención federal en los organismos de seguridad de la capital administrativa, para hacer frente al ataque a las instituciones perpetrado por los seguidores de Bolsonaro.

En tanto, el miembro de la la corte suprema de Brasil también apartó del cargo al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, por 90 días, hasta que se aclaren los sucesos del domingo, cuando miles de manifestantes bolsonaristas entraron y destruyeron las instalaciones de las sedes de los tres poderes del Estado para pedir un golpe de Estado contra Lula.

El pasado domingo, miles de bolsonaristas que se niegan a aceptar la derrota de su líder en las últimas elecciones presidenciales invadieron las sedes del Congreso Nacional, la Presidencia y la corte suprema, reclamando una intervención militar para derrocar al Gobierno electo que asumió sus funciones el 1 de enero.

Fuentes: TV Pública y Telam.