Lucas Tomás Vaccaroni, juez de Control de Garantías N° 3, advirtió que ni el fiscal de instrucción Laureano Palacios, ni su secretario, Guido Martín Santillán, habían firmado el decreto que avalaba la detención de Silvina Nieva.
Por lo tanto, el pedido de detención de Nieva fue considerado nulo por el juez Vaccaroni; la empleada del exministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Rojas, era la única detenida por el crimen.
“La orden de detención dispuesta en contra de Nieva […] no fue emitida con las debidas formalidades que exige el derecho. La falta de firma producirá la nulidad de los requerimientos y resoluciones”, según los fundamentos emitidos por Vaccaroni, quien ordenó la liberación de la mujer.
Si bien la orden de detención y el acta de notificación de detención carecían de validez, la indagatoria y la imputación de Nieva sí son válidas, por lo que la empleada de Rojas sigue imputada por el delito de “homicidio doblemente calificado por mediar relación de pareja y alevosía”.