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Condenaron a su abusador y realizó un pedido: “A los que no me creyeron, ahora no me llamen para pedirme perdón”

Un abusador purgará 15 años de prisión luego de haber confesado en juicio todos los hechos que se le imputaban. La víctima, su propia hija, alentó a todas aquellas personas que sufren abuso sexual a que denuncien. “No saben la paz que siento en este momento”.
Por Lucia Acosta

“Todo lo hice para demostrar que puedo, y siempre pude. Y para que otras víctimas vean que se puede salir adelante”. El testimonio de PB, sobreviviente de abuso sexual infantil, cobra fuerza para alzarse con resiliencia luego de haber atravesado el infierno.

Durante largos años fue abusada por su propio padre. Con el acompañamiento de la Dra. Silvia Barrientos logró denunciar y llevar adelante el proceso judicial que terminó con la condena efectiva.  

“A pesar de que me quedé sin nada, sin familia, sin ropa, sin casa, quedé en la calle con mi mamá, aun así pude salir. Estoy trabajando, estoy estudiando y sigo adelante. Y agradezco muchísimo a la abogada que me ayudó y estuvo conmigo siempre”.

Hoy PB afirma que está en paz. Logró atravesar el proceso aferrándose al amor de su hija y de las pocas personas que creyeron en su testimonio. El relato de esos años hacen de su historia un ejemplo valioso de lo que significa sobrevivir a un abuso sexual

“Cuando cumplí 15 años, me separó de mi mamá. Mi madre quería llevarme con ella pero no pudo. Le pegó, me pegó y me quedé tres o cuatro meses, hasta que no pude más estar lejos de mi mamá. No le contaba nada de lo que me pasaba, pero yo la abrazaba y lloraba”, cuenta PB entre lágrimas, tras conocer la sentencia.

“Me tenía encerrada, no podía tener amigos, no podía salir ni estudiar. No me dejaba hacer absolutamente nada, estaba ahí encima de mis narices. Tomé la decisión de irme, me escapé, no me quedó otra opción y sí, mucha gente me dio la espalda. Tuve una hija. Es lo mejor que me pasó en la vida y acá estoy feliz y espero tener la paz que nunca tuve ahí”.

La sobreviviente expresó que su deseo es que todas las personas que sufren violencia se animen a avanzar contra sus abusadores y den el paso. “No se imaginan la paz que uno siente, la tranquilidad de que ahora voy a salir a la calle sin que nadie me golpee. Si bien voy a tener muchísima gente ahora que me diga ‘perdón, no te creí’, no me importa. Les pido que se alejen. Que no vuelvan, que no me llamen, no me escriban. Yo estoy bien sin ellos”.

https://youtu.be/uuuw2c2KBPg