En pleno centro de la Capital descubrieron que un comercio vendía equipos de refrigeración adulterados. Se trataría de un local ubicado en calle Almagro entre Ayacucho y Junín, dedicado a la compra y venta de elementos usados.
Un empleado de la fábrica Neba, de El Pantanillo, advirtió que en dicho lugar comercializaban los equipos y dio aviso al gerente de la empresa.
A raíz de ello, la Policía secuestró los elementos y trabaja en la investigación la fiscalía penal en turno a cargo de Jonathan Felsztyna.
Hay 3 personas involucradas en el hecho, quienes estarían sindicadas por reacondicionar los gabinetes que descartaba la empresa Neba, se hacía la colocación de motores y se los vendía como si fueran originales. Incluso con el sello de fábrica.