A raíz de la prolongada crisis que viene atravesando el personal de la salud, el equipo Diocesano de Pastoral Social lanzó un comunicado en el que manifiesta su apoyo al los trabajadores de la salud pública e invita a todos a pensar y tener empatía para lograr una resolución.
Comunicado
"Las partes en conflicto llevan ya bastante tiempo sin poder llegar a una solución justa y razonable. Por lo que se expresa y visibiliza a través de los medios de comunicación social parece que todos tienen parte de razón. Sin embargo, hay posiciones que está impidiendo llegar a un acuerdo. ¿Cuáles son esas posiciones? Los protagonistas tienen la palabra. Nos parece que si hay buena voluntad y flexibilización entre las partes siempre es posible una solución.
Nuestra intervención en asunto tan delicado y complejo está ciertamente motivado por la preocupación por la paz social y por ayudar a que se logre una solución a lo que haya de injusticia en la mencionada situación. Pero lo que más nos urge y nos interpela es darnos cuenta y ser conscientes de que si la atención de la Salud pública se descuida, se descuida a los más pobres, porque son ellos los que más podrían sufrir y pasarla muy mal. En efecto, no tienen otro recurso para atender sus problemas de salud que los establecimientos sanitarios del Estado.
¿A quién recurrirán los que nos tienen Obra Social ni menos acceder a una Prepaga? ¿Qué harán si tienen una urgencia? O ¿Cómo podrán ser ayudados en aquellos problemas que exigen largo tratamiento? O ¿en aquellas intervenciones que son muy costosas? Nos parece que todos sabemos esto. Como en la parábola del Buen samaritano, el herido yace en el camino, está ahí, y hubo dos ( un sacerdote y un ayudante de los sacerdotes) que aunque lo tuvieron de frente, dieron un rodeo y pasaron de largo ¿Podrá ser que como Sociedad pasemos de largo y no nos preocupemos por esta inquietante situación?
Invitamos a todos, especialmente a los protagonistas del conflicto a dejarse interpelar y animar por el ejemplo del Buen Samaritano y poner todo de sí para poder llegar a una acuerdo razonable, justo y generoso.
Rogamos a la Madre del Valle y al Beato Mamerto Esquiú que nos consigan de Jesucristo, nuestro Buen Samaritano, la gracia de luz y fortaleza para poder poner el hombro solidariamente de acuerdo a las posibilidades de cada uno con valentía y generosidad".