El primer mandatario convocó ayer a los diputados del bloque del Frente de Todos para una reunión que abarcó largas horas donde la cuestión política fue central.
Hace un mes, Raúl Jalil había anticipado a medios nacionales que a fines de octubre iba a definir el calendario electoral, y lo iba a dialogar con la oposición. Pero a 10 días de que termine el mes se cuentan pocos avances, y cada día suma ansiedades en ambas veredas.
Las disputas territoriales en las intendencias están a la orden del día. Quienes buscan dirimir candidaturas presionan fuerte al interior del oficialismo, tanto a favor o en contra de suspender las PASO, y los diputados llevaron esas inquietudes a la mesa de Casa de Gobierno.
Fiel a su estilo, Jalil dejó entrever que seguirá buscando los consensos puertas adentro del oficialismo sin deslizar ninguna precisión sobre su decisión final. Le resta reunir a los senadores provinciales y anticipó que ya tiene previsto un encuentro con la vicepresidenta Cristina Kirchner y el presidente de la Nación, Alberto Fernández.
¿Qué opciones tiene Jalil?
En primer lugar, desdoblar o atar la elección provincial a las nacionales. Cada opción tiene consecuencias de peso.
Si elige desdoblar, la Constitución provincial establece que las elecciones deben hacerse un domingo de marzo. Y como el sistema electoral provincial prevé las PASO, por los plazos establecidos, deberían realizarse dos meses antes. Es decir, en enero.
A menos que, en lo que queda de sesiones ordinarias, el Gobernador decida enviar un proyecto a la Legislatura provincial para suspender las PASO, para lo cual deberá contar con los números necesarios para su aprobación en ambas cámaras.
En ese hipotético marco, la mayoría simple podría garantizar la aprobación del proyecto. Pero aquí el punto es que un amplio sector -alineado con la senadora nacional Lucía Corpacci- está en contra de cambiar las reglas de juego. El tiempo corre y los consensos aún están lejos de resolverse.
Votar en enero, suspender y contener al interior del partido, o atarse a los resultados poco optimistas a nivel nacional: Jalil deberá definir cuál es el futuro de las elecciones -y el suyo propio- en las próximas semanas.