Los alumnos Ángel Gastón Ontivero, Antonella Mariel Ignes y Macarena Soledad Reynoso, se desempeñarán en el desarrollo del proyecto Punto Giro, realizando tareas de práctica sobre la intervención en el diseño y en la supervisión de la obra para que el proyecto sea amigable con el ambiente.
La participación de los jóvenes tendrá como objeto posibilitar la adquisición de experiencias y aptitudes ligadas a la gestión profesional, la incorporación de conocimientos y actitudes vinculadas a situaciones reales del mundo del trabajo, que mejoren las posibilidades del alumno para su inserción en el ámbito laboral.
Se entiende por práctica profesional supervisada a las actividades estudiantiles desarrolladas en ámbitos laborales que son complementarias a la formación académica y pueden realizarse tanto en organismos públicos como en empresas privadas. Las mismas, forman parte de las actividades curriculares obligatorias del plan de estudio de la carrera y otorgan créditos académicos.
Savio adjudicó relevancia a la práctica profesional supervisada porque “permite complementar la formación teórico-práctica recibida en la Facultad, adquiriendo habilidades, destrezas y aptitudes involucradas en la labor profesional; vincular a alumnos avanzados con necesidades reales del ámbito laboral; potenciar la integración de los jóvenes al medio laboral y estrechar vínculos entre la Facultad y su entorno local y regional, con la finalidad de desarrollar entre ellos una conciencia cívica de asistencia y retribución” señaló a la prensa local.