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Otra vez proponen derogar el feriado del Día del Milagro

Es la segunda iniciativa en la Cámara baja que impulsa la eliminación del feriado local.
Por Marcelo Sosa

La diputada provincial Natalia Saseta (Juntos por el Cambio) propuso eliminar la ley que establece el feriado provincial del Día del Milagro, el 7 de septiembre, e instituir, en cambio, el “Día del Milagro Provincial y de la Prevención de Desastres Sísmicos”.

La ley original -N° 5525- fue iniciativa del senador oficialista Oscar Vera (FME) y se sancionó en 2017, con el propósito de dedicar ese día al agradecimiento de la intercesión de la Virgen del Valle ante Dios porque no se produjeron víctimas fatales en esa fecha, a pesar de que días después murió una mujer por las heridas recibidas al recibir desprendimientos del techo de la Catedral Basílica aquel 7 de septiembre de 2004. La norma dispuso que esa fecha sea no laborable en todo el territorio provincial, lo que en realidad solo se cumple en el sector público y bancos.

Al año siguiente, la diputada oficialista Cecilia Guerrero promovió la derogación de aquella ley y declarar el 7 de septiembre como “Día Provincial de Prevención en Desastres Sísmicos”, de manera que en lugar de feriado sea una jornada de prevención, en la que se realicen ejercicios de evacuación y otras actividades relativas a la preparación de la comunidad frente a fenómenos de esa naturaleza. Sin embargo, el proyecto de Guerrero nunca salió de la comisión y ya perdió estado parlamentario.

Por eso ahora Saseta insiste en derogar el feriado de la ley Vera, aunque, a diferencia de Guerrero, conserva el sentido religioso del proyecto original, ya que “entiendo que el nombre de conmemoración del día no resulta irascible a la comunidad, que jamás se manifestó en su conjunto en su contra, por cuanto carecería de relevancia modificar el nombre”, expresa la legisladora.

El terremoto de 2004 fue el más fuerte que tuvo esta provincia. Registró una magnitud de 6,5 en la escala de Richter y fue considerado de "grado VII " en la escala de Mercalli. Su epicentro fue en la Sierra de Ambato, a 57 km de profundidad. Lo percibieron en 14 provincias, además de en países limítrofes tales como Chile y Paraguay. Ocasionó una víctima indirecta y cerca de 40 heridos. En Catamarca, al menos 1.307 casas y algunas capillas y edificios escolares sufrieron daños o se derrumbaron por completo, en especial las antiguas de adobe. En los primeros minutos del sismo, la ciudad Capital quedó sin electricidad y sin teléfonos.