Tras la viralización de su publicación en Facebook, Sofía, una de las estudiantes de quinto año del establecimiento Clara J. Armstrong, hoy continúa ratificando que no tienen su propio salón desde principio de año.
Primero tuvieron clases en el laboratorio, donde sufrían frío, caía agua de las paredes y hubo un cortocircuito. Según la joven, luego fueron trasladados al salón de actos, donde también padecen las inclemencias climáticas, la presencia de mosquitos y alacranes, sumado al olor nauseabundo.
Sofía contó que elevaron notas por parte de estudiantes y docentes, pero hasta el momento no obtienen solución.