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Proponen a “Paisaje de Catamarca” como himno cultural de la provincia

“La música, al igual que otras expresiones artísticas, en el sentido más amplio, suelen generar un fuerte arraigo con y en el pueblo. Hasta ahora no se ha podido determinar la razón de esta empatía, de este arraigo misterioso de una melodía con una amplísima cantidad de personas de un lugar, ciudad, país o del mundo entero”, inició sus argumentos, Díaz.

No hay ninguna otra expresión artística y cultural de Catamarca o sobre nuestra provincia, que haya tenido la trascendencia mundial que ha tenido esta composición. Muchas son las sociedades que han adoptado como Himnos Culturales a canciones o melodías con un fuerte arraigo entre sus pobladores, como una forma de reconocimiento a músicas y composiciones que acompañan varias generaciones”, agregó la diputada.

En nuestro país, la conocida chacarera “Añoranzas” del compositor santiagueño Julio Argentino Jerez, figura en el artículo 235 de la Constitución de Santiago del Estero, como Himno Cultural de Santiago del Estero, desde su reforma del año 1998. La legislatura tucumana, por medio de la Ley 7375 de marzo de 2004, declara a la zamba “Luna Tucumana” de Atahualpa Yupanqui, como Himno Cultural de la Provincia de Tucumán.

Nuestra provincia no ha sido ajena a este reconocimiento a canciones y melodías arraigadas en la cultura de los pueblos. Es el caso de la Villa de Pomán, que por una Ordenanza de octubre de 2020, ha declarado a la composición “Del tiempo i’ mama”, como Himno Cultural de la Villa.

Historia de la Zamba

Rodolfo Lauro María Giménez, a quien todos llamaban cariñosamente “Polo”, registró Paisaje de Catamarca en letra y música el 2 de noviembre de 1950, y desde entonces y quizás incluso un tiempo antes, ha ido teniendo un crecimiento en popularidad hasta el día de hoy en que es mundialmente reconocida.

Sobre el nacimiento de esta melodía y su letra, el mismo Polo Giménez lo describe en su libro “De este lado del recuerdo”:

Cuando las hermanas Vera-Molina cumplieron su contrato, los dueños de Mi Rincón, me hablaron para que siguiera como pianista del dúo Bustos-De Ciervi. Por supuesto que me quedé, porque mi compromiso con las Vera-Molina terminaba con la actuación en ese local. Tocando con ese nuevo dúo, durante los bailes de carnaval del año 1.949, en una noche en que la gente quería bailar y a mí se me había agotado el repertorio, me puse a improvisar melodías con la medida y ritmo que exigía la coreografía de cada danza y allí, esa noche, nació la música de Paisaje de Catamarca. Recuerdo que la toqué tal cual es, como si la hubiera tocado toda mi vida”.

Enseguida la empezó a tararear el público; unos me pedían que la repitiera; otros me preguntaban cuál zamba era. Al final de la noche, el público la tarareaba como a una música popularizada. Aquella noche me fui a dormir con la rara sensación de que se había operado un cambio en mi vida. Desde entonces, cada vez que actuaba, tuve que repetir esa zamba varias veces”.

https://youtu.be/eI4pW9glAfs
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