Todos los días, personas de todas las edades y ascendencias se convierten en receptores y donantes de órganos, ojos y tejidos. Las vidas se transforman, las familias de los donantes convierten la pérdida en esperanza.
Los trasplantes de órganos salvan vidas a niños, adolescentes, adultos o mayores, de ahí la importancia de convertirse en donante de órganos, un salvavidas que ayuda a familias como la de María José Miranda, mamá de Alfredito.
El pequeño nació con insuficiencia renal grado 5, por este motivo el niño necesito ser dializado y trasplantado. Hace seis meses que Alfredito recibió el trasplante "gracias a una familia que decide donar sus órganos y el riñón fue para mi hijo" cuenta Majo, la mamá.
Alfredito durante dos años tuvo que estar conectado a una maquina de diálisis durante 12hs, la misma estaba ubicada en el hogar del pequeño y los padres hacían todo para pasar de la mejor manera posible el momento.
Hoy en día el pequeño tiene una mejor calidad de vida, dejo de depender de una maquina, "es un niño que gracias a Dios esta bien, es muy feliz, como un niño normal" agrega Majo.
Actualmente tiene un tratamiento estricto con remedios, dietas y muchos controles pero todo va encaminado, se sabe que a sus 15 años Alfredo volverá a recibir un trasplante y esta vez, si todo sale bien, el donante va a ser su papá.
El pequeñito tiene muchas ganas de salir adelante y día a día lo demuestra, "Alfredito hoy es terrible, no sabes lo que es, re mil habla, juega, corre es un niño con mucha luz" nos dice la mamá para cerrar.