En este contexto, la obstétrica Ana Reinoso señaló que “todos los años se celebra una semana, que representa el respeto de los derechos de la madre y el recién nacido, desde el embarazo, parto y puerperio”.
Este año, apunta a que independientemente a cómo sea la forma de nacimiento (parto vaginal o cesárea) se respete de igual manera; en este sentido, Reinoso indicó que nuestro país cuenta con la Ley de Parto Humanizado N.°25.929, la cual abarca al sector público y privado. La Ley defiende los derechos de las madres y recién nacidos y de toda la familia durante el trabajo de parto, parto y puerperio.
Cabe mencionar que entre los derechos que tiene la mujer, durante el parto y de todo el contexto del nacimiento, entre los más sobresalientes se encuentran:
- Tiene derecho a ser llamada por su nombre,
- A ser informada en todo momento de las prácticas que se le van a realizar y de los beneficios y desventajas de cada una;
- A ser considerada como una persona sana;
- A un parto respetuoso de todos los tiempos biológicos y psicológicos,
- Evitar todas las prácticas invasivas y suministro de medicamentos que no estén justificados;
- A no ser sometidos a exámenes o intervenciones que tengan que ver con el propósito de investigación, como puede suceder en algunos hospitales escuela no dejar que se practique intervenciones sin su consentimiento;
- Respeto a la religión, a la cultura y diversidad sexual;
- Respeto a la intimidad y desnudez;
- A elegir la manera en que quieren parir, posiciones en que quieren que se realice el parto;
- A elegir la compañía, aún en contexto de pandemia;
- A no ser separada de su hijo durante su estadía en la institución, siempre que el recién nacido no requiera cuidados especiales;
- Fomentar que la mamá y el bebé siempre estén juntos;
- A la información durante todo el embarazo sobre el beneficio de la lactancia;
- A ser informadas sobre prácticas beneficiosas sobre el binomio madre-hijo;
- Al contacto piel con piel, la hora sagrada, el corte tardío del cordón umbilical y la posibilidad de tener un plan de parto, el cual es un acuerdo entre el médico y la mamá de lo que ella quiere y qué no quiere que se le realice en este momento, siempre basándose en las prácticas que resulten beneficiosas durante el embarazo, parto y posparto.
Dentro del marco de la humanización del parto, el parto respetado siempre se contempla la salud emocional además de la física, ya que hay circunstancias que atentan directamente a las emociones de una mujer en este momento que es sumamente importante, por eso hay que tener en cuenta todo este contexto.
El parto vaginal, debe ser fisiológico, respetado y humanizado; la cesárea también debe ser respetada y humanizada. Hay que aprender a ponernos en el lugar del otro para reivindicar a la mujer en sus partos y devolverles el nacimiento de sus hijos; las protagonistas en los nacimientos son las mamás y los hijos les pertenecen a ellas. Es muy importante el respeto en este momento.
Los pilares para una experiencia positiva del parto son que el inicio sea espontáneo, que no se realicen prácticas que no son beneficiosas, como el uso de vías, la libertad de movimiento, acompañamiento emocional, mantener a la mamá y al bebe siempre juntos.
El parto es un proceso natural y fisiológico, es primitivo e involuntario por lo que no se puede dirigir ni dar órdenes en este momento por eso es importante que se respete y se observe con la menor cantidad de intervenciones posibles, siempre que no sean necesarias.