María Rosa Carrizo, catamarqueña de profunda fe, se presenta como un testimonio viviente de la intervención milagrosa de la Virgen del Valle. A pesar de su jubilación hace 11 años, María Rosa se embarca en una labor comprometida como coordinadora general y fundadora del grupo "Comunicadores de María".
Su vida es un relato conmovedor de los milagros que la virgen obró, y su dedicación incansable refleja un compromiso genuino con la fe. "Los cirujanos cuando salieron me dijeron que esto era un milagro de la Virgen del Valle", expresó con emoción a INFORAMA.
La mujer, a lo largo de su vida tuvo que enfrentar problemas de salud en los cuales la Virgen, según su testimonio, siempre la ayudo. "Yo tuve 10 cirugías y dentro de ellas 3 de gravedad. En un abril, la madre me probó la fe y le prometí a ella esto: una entrega total a ella, la entrega para los peregrinos porque ellos vienen a agradecer" puntualizó.
"Esto es un milagro de la Virgen del Valle"
María Rosa
"En una emotiva fiesta, en un abril, en plenas fiestas marianas, me convocaron para la cirugía más grave y los cirujanos cuando salieron me dijeron esto es un milagro de la Virgen del Valle. Fue porque no tocaron ningún nervio de mi médula y ¿Cómo no agradecer a la madre?, como no estar así, a pesar de mi edad, estoy acá, estoy viva y estoy sirviendo al peregrino con todo cariño" dijo la mujer a INFORAMA.
Con pasión, María Rosa describió su labor como coordinadora general y creadora de los Comunicadores de María "Es arduo el trabajo, pero seguimos trabajando fielmente a la madre con todo el cariño y amor", destacó.
La devoción de María Rosa se evidencia en la atención a los peregrinos que visitan el santuario. "Uno siente en el corazón un gran amor para ellos", compartió. Escuchar las historias de quienes llegan es para ella "divino y hermoso", una conexión especial con la espiritualidad y la gratitud.
María Rosa Carrizo, con profunda convicción, invita a seguir visitando a la Virgen del Valle, subrayando el esfuerzo colectivo de todas las personas involucradas en el santuario. "Les diría que sigan visitando a nuestra madre y que nosotros siempre, todos las personas que trabajamos en el santuario, cada uno con su grano de arena, los esperamos con mucho amor y preparación".
Por último, María Rosa, dejó un mensaje para quienes están alejados o les cuesta tener fe: "Pidan al señor, al Espíritu Santo, que baje sobre sus corazones y que sí, se hacen milagros, la madre intercede y yo doy testimonio porque ella intercedió por mí" cerró el diálogo con INFORAMA.