El empresario de la gastronomía de Catamarca fue denunciado hace tres años por una joven que trabajaba en un local de avenida Ilia que regentaba el acusado. Desde ese momento el andar de la sobreviviente fue cuesta arriba por las distintas dilaciones a lo largo del tiempo.
El fiscal que instruye la causa, Sebastián Pelisari, lo imputó por “abuso sexual simple” en agosto de 2022 y 7 meses después, en marzo de este año, lo citaron a declarar, oportunidad en la que se abstuvo de hacerlo, por recomendación de los abogados Roberto Mazzucco y Luciano Rojas que lo asisten.
La denunciante era empleada del local del acusado, en principio comenzó a ser hostigada por Coria, quien luego la abusó sexualmente. Los hechos se dieron en el lugar y horario laboral. Después de los hechos, la joven decidió radicarse en una provincia vecina donde se lo encontró y se sintió encorralada. Frente a la serie de acontecimientos dilatorios en el proceso judicial, el abogado que representa a la denunciante, Carlos Rosales Vera, realizó una presentación y la fiscalía le dictó una medida restrictiva al empresario.