Recuperándose de las lesiones en el cuero cabelludo y en el tórax, Javier Galia relató a INFORAMA Radio lo que vivieron. “No sé por qué no entró el cuchillo, o no lo agarraron bien, o no era mi hora, básicamente”, dijo compungido el empresario.
Contó que cuando vio a uno de los delincuentes entrar comenzó un forcejeo y cuando lo derriba ve que ingresa otro “cuando me doy la vuelta, el otro tenía a mi hijo en el cuello y en el pecho, entonces me abalanzó a él para que mi hijo se zafe y lo tiro al piso y le sigo pegando” y siguió contando: “El que había volteado primero es quien con el cabo de algo me pegaba en la espalda y me pegó en la cabeza. Cómo veía que seguía pegándole me dijo: ‘Te voy a matar, hacelo por tus hijos, dejá de pelear’”.
Fue en ese momento cuando el hombre desistió de seguir en lucha con los malvivientes. “Me tranquilicé y el tipo en el piso logró detenerme, levanté las manos, me agarró del cuello y me preguntó por un dinero”. Hasta eso, la esposa había logrado salir por la puerta principal en búsqueda de ayuda, mientras sus hijos gritaban desesperados pidiendo a los delincuentes que suelten a su papá. “Fueron unos cinco minutos de locura”, contó.
Ante el pedido de dinero les negó que tenga la suma que le exigían, pero les dijo que había algo de plata en el auto y fue cuando los ladrones le indicaron que le dijera a la nena que vaya a buscarlo. Cuando la hija salió corriendo, uno de los ladrones intentó agarrarla, pero justo llegó un vecino por lo que emprendió escape. Lo mismo hizo su compañero.
Con los datos proporcionados por la familia, se inició la investigación, pero sin novedades hasta ahora de los delincuentes.
La familia Galia retomó hoy sus actividades después de la noche de pánico que les tocó atravesar. La noche del asalto no durmieron en su casa y el miedo todavía los azota. El hombre remarcó que están analizando hacer algunas modificaciones en su rutina para reforzar la seguridad. “La seguridad es algo que no solo está en Catamarca sino en el país. La situación que estamos viviendo económicamente da para esta situación. Y aunque estoy en un entorno en el que se presume cierto tipo de seguridad, no lo es”, concluyó.