Sería insensato pensar en el avance de la Inteligencia Artificial como una moda pasajera. Vivimos rodeados de algoritmos que debemos conocer y dominar a diario. El sector tecnológico avanza con un ritmo vertiginoso y en esta cuestión, bajo ningún aspecto el sector educativo no debe quedar rezagado.
Lejos de ser una amenaza, la IA es un recurso que está revolucionando cada vez más aspectos de nuestras vidas y entre ellos, está el binomio “enseñanza-aprendizaje”.
En Catamarca apenas se empezó a hablar tímidamente del tema, con algunas capacitaciones y charlas virtuales. Los primeros acercamientos se hicieron. Pero este nuevo paradigma además de grandes oportunidades, presenta grandes desafíos y un enorme riesgo. La conectividad y el acceso a la tecnología son factores críticos que limitan la capacidad de las escuelas para implementar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial.
Si la pandemia desnudó la brecha digital, con chicos y chicas que no tuvieron cómo descargar y luego reenviar sus tareas, con docentes que tuvieron que poner a disposición sus teléfonos personales. Difícilmente todos ellos podrán llegar a interactuar con ChatGPT o MidJourney, por citar ejemplos.
Los datos del Censo 2022 evidenciaron las diferencias en el acceso a internet y tecnología en los hogares catamarqueños. Solo el 66,8% de ellos cuentan con acceso a internet. Si bien un 85,7% de las viviendas tiene un celular con conexión, apenas el 50,4% indicó que poseía una computadora, tableta u dispositivo similar.
Solo el 66,8% de hogares catamarqueños tiene acceso a internet y apenas un 50,4% posee computadora
Fuente: Censo 2022.
Por fuera del Valle Central, los porcentajes de acceso a internet se desploman drásticamente y remarcan la urgencia de invertir en infraestructura y políticas públicas que expandan la conectividad.
El gran salto
En noviembre de 2022, OpenAI lanzó ChatGPT, un modelo conversacional que funciona con aprendizaje automático y profundo. Es capaz de responder preguntas con lenguaje natural y recordar conversaciones anteriores. Se trata del gran “antes y después” en cuanto a interactuar con la IA.
¿Qué pueden hacer ChatGPT y otros modelos para mejorar el sistema educativo?
Lejos de la idea de que “se va a usar para copiar” (como si nunca nadie hubiese sacado información textual de páginas de internet, enciclopedias, libros, etc.), puede mejorar sustancialmente todo.
Bien aplicado y con supervisión, puede ser el mejor aliado. Puede liberar a educadores de tareas repetitivas, ayudar en la corrección de exámenes, generar contenidos nuevos, dar ideas para mejorar la comprensión de un tema y un largo etcétera.
Un alumno puede usarlo de tutor y pedir a la IA que ponga a prueba sus conocimientos antes de un examen. Puede ayudar a resumir, explicar, resolver, traducir. Hoy en día ya está integrado en buscadores web y cada vez estará más presente en otros lugares cotidianos.
Como todo, tiene sus sesgos, sus limitaciones y sus contraindicaciones. Por eso es fundamental comenzar a enseñar IA, pero también explicarla y alfabetizar sobre su uso. No todos vamos a ser programadores ni informáticos, pero debemos conocer lo que está en frente, que es esta nueva forma de comunicarse con la tecnología.
Los educadores deben centrarse en implementar la IA para personalizar el aprendizaje y adaptarlo a las necesidades individuales de los alumnos, creando experiencias de aprendizaje más interactivas y dinámicas. La clase gobernante por su parte, debe preocuparse porque los chicos y chicas puedan acceder a la tecnología y conectarse de manera urgente.
Hay que evitar que la brecha se convierta en un abismo imposible de saltar.