Tras un año récord en 2022, la 52° edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho concluyó con un balance altamente positivo, según lo afirmado por los propios artesanos y productores que participaron durante los diez días del evento.
La Dirección de Artesanías realizó un minucioso relevamiento que reveló que el promedio de ventas por stand ascendió a la cifra de 727 mil pesos, lo que representa un total de 400 millones en ventas entre los 550 stands de artesanos y productores presentes en la feria. Cabe destacar que dentro de este grupo, algunos artesanos lograron ventas por un monto cercano a los 400 mil pesos, mientras que otros alcanzaron cifras excepcionales superando los 3 millones.
En comparación con años anteriores, las ventas sorprendieron por su pronta activación, ya que durante la semana de inicio muchos de los artesanos ya experimentaban un significativo nivel de ventas. Incluso, más de 20 puestos se quedaron sin stock antes de que finalizara la Fiesta, evidenciando la alta demanda y la exitosa aceptación del público.
Un claro ejemplo de este éxito comercial es el caso de Agustina Guillén, una talentosa artesana textil de Belén especializada en trabajar con fibra de vicuña, cuyos ponchos, chales y corbatines en esta delicada fibra se agotaron rápidamente. La artesana resalta que todos los años ha logrado vender la totalidad de su stock, lo que subraya la consolidación de su arte en el evento.
Otro destacado debut en el Poncho lo protagonizó el grupo de artesanos "Barro Tal Vez", quienes con sus impresionantes piezas de cerámica creadas con arcillas de Catamarca, tuvieron una prometedora primera participación. Los mates se convirtieron en los productos estrella del stand, con precios que oscilaban entre los 2 mil y los 20 mil pesos. Los artesanos resaltaron la exitosa promoción "Poncho de Ensueño", que impulsó muchas de las compras realizadas durante la feria.
Asimismo, cabe destacar que el atractivo descuento del 30% al comprar con tarjetas del Banco Nación y la opción de cuotas sin interés se mencionaron con frecuencia en los pasillos de los distintos salones y pabellones de la Fiesta, como una importante variable que impulsó las ventas.
Al igual que en la edición anterior, todos los stands de artesanos catamarqueños contaron con exención de costos y se les proporcionó hospedaje, lo que permitió que pudieran obtener ganancias genuinas y significativas con sus ventas.
En resumen, muchos artesanos y productores regresan a sus lugares de origen con la satisfacción de haber comercializado casi toda su producción, consolidando una vez más el éxito y prestigio de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.