El 29 de abril se conmemora la vida y obra de PÃo V, quien nació en Bosco, LombardÃa, el 17 de enero de 1504. Fue criado y educado por los dominicos de Voghera, donde ingresó en la orden y se dedicó a enseñar teologÃa y filosofÃa tras su ordenación en 1528. Además, fue elegido prior de diferentes casas de su orden y maestro de novicios.
Su fervor contra la herejÃa lo llevó a ser nombrado inquisidor de la fe en Milán y LombardÃa por Pablo IV, quien también lo designó como obispo de Sutri en 1556. Un año después, el mismo papa lo nombró cardenal e inquisidor general para toda la cristiandad. PÃo V se opuso firmemente a la admisión de Fernando de Medici en el Sacro Colegio, y también se opuso al proyecto de Maximiliano II, emperador de Alemania, de abolir el celibato eclesiástico.
Tras la muerte de PÃo IV, PÃo V fue elegido como papa. Como pontÃfice, PÃo V fue conocido por su austeridad y por desterrar el lujo de la corte. Trabajó incansablemente junto a San Carlos Borromeo para reformar el clero y mejorar el orden moral en la Iglesia. Además, luchó contra los escándalos públicos, relegando a las prostitutas a barrios distantes y prohibiendo la lidia.
PÃo V también apoyó la observancia de la disciplina del Concilio de Trento y reformó el Cister, mientras respaldaba las misiones en el Nuevo Mundo. En la Bula "In Cæna Domini", proclamó los principios tradicionales de la Iglesia de Roma y la supremacÃa de la Santa Sede sobre el poder civil. Apoyó a España en los PaÃses Bajos y, en Inglaterra, excomulgó a Isabel y apoyó la causa de MarÃa Estuardo.
Además, PÃo V fue un gran defensor de la cristiandad. Apoyó a los Caballeros de Malta y envió dinero para la fortificación de las ciudades libres de Italia. Suministró contribuciones mensuales a los cristianos de HungrÃa y se esforzó por unir a Maximiliano y Felipe II para defender la fe.
PÃo V murió de litiasis el 1 de mayo de 1572 en Roma. Fue beatificado por Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 1712 en reconocimiento a su trabajo en la reforma de la Iglesia y su fervor en la defensa de la fe.