La hipertensión es una enfermedad cardiovascular tratable, pero su falta de atención puede desembocar en males mayores tales como infartos, ictus, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovascular, según los datos de Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), sumado a que señalan que el 60 por ciento de los hipertensos no controla su presión.
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial. Por ese motivo, en Inforama te contamos todo lo que tenés que saber respecto a esta afección.
Los controles periódicos son la mejor herramienta para detectar este mal que aqueja a gran parte de la población mundial. El jefe de cardiología del Sanatorio Pasteur, doctor Guillermo Mazo, resaltó la necesidad de controlarse la presión y hacer la visita periódica al médico de cabecera, indicando que se trata de una enfermedad silenciosa que debe ser detectada a tiempo para evitar sus consecuencias.
SAHA pide conocer y controlar su presión arterial como la mejor manera de prevenir la enfermedad y se destacan tres medidas concretas para enfrentarla: controlar la presión periódicamente, llevar una vida sana, mantener una alimentación saludable y realizar actividad física; y los pacientes hipertensos deben tener un seguimiento médico permanente.
Síntomas de la hipertensión
Fuertes dolores de cabeza.
Dificultad respiratoria.
Vértigo o mareos.
Dolor de tórax.
Palpitaciones.
Hemorragias nasales.
Causas de la hipertensión
Causas de la hipertensión
Factores genéticos: Cuando una persona tiene uno o ambos padres hipertensos tiene mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad.
Sexo: los hombres tienen más posibilidad de padecer hipertensión que las mujeres hasta que ellas llegan a la edad de la menopausia (Las hormonas femeninas protegen a la mujer en la edad fértil). Luego se equiparan.
Edad: la presión sanguínea aumenta con el paso del tiempo por efecto propio del desgaste de los tejidos.
Sobrepeso y obesidad: a medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial. Esto se hace más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. En el supuesto de obesidad no importa la edad, el riesgo aumenta considerablemente.
Disfunción renal: el mal funcionamiento de los riñones incide en el desarrollo de la enfermedad. Las principales patologías vasculares son enfermedad renal poliquística, crónica, tumores productores de renina, síndrome de Liddle, estenosis de la arteria renal.
Causas endocrinológicas: incluyen desequilibrios hormonales endógenos (hipoaldosteronismo congénito, feocromocitoma) y exógenos (administración de corticoides).
Causas neurogénicas: tumores cerebrales, poliomielitis bulbar, hipertensión intracraneal.
Consumo de drogas y tóxicos que propician la aparición de hipertensión: alcohol, cocaína, antinflamatorios no esteroides, eritropoyetina, descongestionantes que contienen efedrina, nicotina, entre otros.
Enfermedades varias: tales como hipertiroidismo e hipotiroidismo, apnea obstructiva del sueño,entre otras.
Medidas de prevención contra la hipertensión
El primer obstáculo para diagnosticar la hipertensión radica en que la mayoría de las veces no se presenta acompañada de síntomas. Las personas desconocen que son hipertensas.
Es fundamental medir la tensión arterial periódicamente. Las cefaleas son indicativas de su posible existencia, pero no siempre tienen que ver con la enfermedad.
Otro síntoma derivado de la hipertensión puede ser la angina de pecho, mayormente en pacientes no tratados por ignorar su existencia.
Los hábitos de vida saludables para evitar el sobrepeso y la obesidad son determinantes para evitar la hipertensión. Estos consisten en una dieta sana, la práctica de ejercicios y la decisión de abstenerse o dejar de fumar.
En pacientes con antecedentes genéticos se recomienda un seguimiento de la tensión aun cuando no existan síntomas.
¿Cómo diagnosticar y tratar la hipertensión?
Para medir la tensión arterial se utilizan aparatos homologados llamados esfigmomanómetros, o vulgarmente conocidos como "tensiómetros". La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHG). Hay distintos tipos de dispositivos para medir la hipertensión:
Esfigmomanómetro de mercurio: es el más exacto pero para su uso se requiere de un fonendoscopio.
Esfigmomanómetro de aire: es el de mayor utilización, de gran precisión pero también requiere de un fonendoscopio.
Aparato electrónico: lleva un detector del pulso incorporado por lo que no necesita de fonendoscopio. Se trata de un aparato muy sensible a los ruidos y movimientos del paciente, por lo que se aconseja la repetición de la medición, el guardar silencio y la inmovilización de la persona.
Tratamientos para la hipertensión
Mejora de los hábitos de vida: practicar ejercicio físico, disminución del consumo de calorías, azúcares y grasas. Control del peso de la masa corporal. Abstinencia de consumo de tabaco y alcohol.
Tratamientos farmacológicos: diuréticos, betabloqueantes, antagonistas del calcio. Teniendo en cuenta que la hipertensión es una enfermedad crónica, la medicación debe mantenerse conforme prescripción médica durante el tiempo necesario sin decisiones discrecionales e inconsultas que corten la ingesta o aplicación.
La automedición de la presión arterial: el seguimiento de los valores de la presión arterial efectuado en el hogar con la aparatología homologada y bajo prescripción médica puede ser muy útil. Algunos pacientes aumentan la tensión al ingresar a una guardia médica a consecuencia del estrés característico de esa situación.
La automedición requiere de una postura correcta: se debe estar sentado/a, con las piernas sin cruzar, la espalda apoyada en la silla y el brazo en donde se coloque el manguito dispuesto sobre la mesa. Es recomendable que el manguito se coloque en el brazo, y no en las muñecas.
Jornada de concientización
Para este martes 17 de mayo, el Ministerio de Salud dispuso que de 8.30 a 12.30 horas en la Plaza 25 de Mayo se realizará toma de presión arterial a todas las personas que se acerquen, y se realizará consejería, con el objetivo de concientizar sobre la importancia del control de presión arterial, contribuir a disminuir los factores de riesgo de mortalidad causada por la hipertensión arterial, desarrollar hábitos saludables desde los primeros años de vida, y mejorar la calidad de vida de la comunidad catamarqueña.