San Felipe († c.180), obispo de Gortina, en Creta, es recordado en el día de hoy por su destacada labor en defensa de la Iglesia durante el tiempo de los emperadores Marco Antonio Vero y Lucio Aurelio Cómodo. A pesar de que poco se sabe de su vida, es reconocido como uno de los primeros apologetas debido a su obra escrita contra Marción de Sinope y su secta gnóstica.
Según las crónicas de la época, San Felipe enfrentó con energía la violencia de los paganos y las insidias de los herejes gnósticos, demostrando un gran coraje y valentía en la defensa de su fe. Su labor y entrega a la Iglesia fueron reconocidos por san Dionisio de Corinto en una de sus cartas a la comunidad cristiana de Gortina, en la que se refirió a San Felipe con gran admiración.
Aunque su obra escrita se ha perdido en el tiempo, su legado sigue presente en la memoria de la Iglesia, siendo reconocido como un verdadero defensor de la fe cristiana en una época difícil y tumultuosa.
En la actualidad, la figura de San Felipe sigue siendo un ejemplo de coraje y compromiso para los cristianos de todo el mundo. En su conmemoración, muchas comunidades religiosas realizan actos de oración y reflexión, recordando su labor en defensa de la fe.
En este día especial, se invita a los fieles a seguir el ejemplo de San Felipe, y a comprometerse activamente en la defensa de la fe y en la lucha contra la violencia y la intolerancia religiosa.