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Crimen de Fernando Báez Sosa: "Amigo, creo que matamos a uno", la admisión de un rugbier por chat

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa continúa este martes con declaraciones de testimonios del hecho, criminalistas que analizarán la huella de la zapatilla y las fotos tomadas por los imputados.
Por Lourdes Costanzo

Los ocho rugbiers enfrentan otra día del juicio, luego de ser acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en el boliche Le Brique de Villa Gesell. Este martes 10 de diciembre, una criminalista se referirá a la huella de una zapatilla que Fernando tenía en su cara. También declararán dos personas que fueron testigos del hecho. Luego, un funcionario judicial continuará su declaración y analizará imágenes tomadas por los imputados con sus teléfonos celulares.

El instructor fiscal Javier Laborde abrió la séptima audiencia continuando el testimonio de ayer, lunes 9 de enero. En esta ocasión, se abocó a leer los chats entre los rugbiers el día del asesinato. El mismo aseguró que se registraron 5.735 movimientos en el celular de uno de los acusados.

Entre los mensajes que se destacaron está uno antes de la golpiza que fue "Le pegaron a uno, vengan", y lo envió Ciro Pertossi, al grupo de sus amigos, mientras todavía se encontraban en el boliche "Le Brique".

Luego del ataque, "Amigo, creo que matamos a uno", "Caducó" y "Repórtense" fueron los primeros mensajes que compartieron los ocho rugbiers. También, estaba el mensaje de Ciro Pertossi, quien advirtió al grupo: "Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie". 

Blas Cinalli, uno de los rugbiers imputados, se comunicó con un grupo de amigos ajeno a los acusados para contarle lo sucedido el 18 de enero de 2020. "Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos", envió al chat de WhatsApp.

Sin embargo, cuando se enteró de lo sucedido le confesó a "Santi M.": "Amigo, flasheamos, matamos a uno". En ese mismo chat, mencionó que se enteraron de que Fernando Báez Sosa llegó al hospital sin signos vitales, como ratificó la autopsia.

Por otra parte, en la jornada declaró Julieta Báez Pini, perteneciente al área de criminalística de la Policía Federal, explicó que se untó con tinta las suelas de los diez acusados para determinar a quién le pertenecía la zapatilla marcada en la cara de Fernando Báez Sosa.

En su entonces, la DDI de Villa Gesell incautó varios pares de la casa donde se alojaron los acusados. Allí, encontraron unas chatas de lona negra marca Cyclone, que aún tenían sangre en sus punteras blancas y la analizaron de manera exhaustiva.

Cuando llegaron los resultados de las pericias: las zapatillas eran de Thomsen, según un análisis entre la suela del calzado, la marca del pie en la plantilla y el rastro visible en el maxilar inferior izquierdo de la víctima. 

En análisis participó también María Eugenia Cariac quien determinó que la marca del zigzag que quedó impactada en la cara de Fernando Báez Sosa. Luego, la criminalista de la Policía Federal Argentina, Haydée Almirón brindó más especificaciones, "se detectaron 12 líneas en zigzag junto a una línea curvada por debajo, de 6 centímetros de largo por 2 de alto" en el rostro de Fernando Báez Sosa.

Declaraciones de los padres de Fernando

Cuando finalizó la séptima audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa declararon Graciela y Silvino, madre y padre del joven de 18 años. "Escuchamos esos audios. Es muy fuerte para nosotros ver cómo festejaban, cómo avisaban que Fernando había caducado, cómo tenían ganas de comer en Mc Donald's", manifestó su mamá. 

"Siempre observo sus brazos, sus piernas, porque sé que en las manos de ellos terminaron la vida de mi hijo", sostuvo Graciela Sosa, en conversación con los medios, y agregó: "Trate de mirarlo lo menos posible, porque no quiero verlo. No se puede creer lo que hicieron, por los testimonios, por lo escuchado, no son humanos".

En conferencia de prensa, Graciela Sosa contó que el 10 de enero de 2020 fue la última vez que vio a su hijo: "Hoy hace tres años que Fernando partió y nunca regresó. Hoy es el último día que le di un abrazo a mi hijo. Tenía regreso el 23 de enero de 2020 y nosotros lo esperábamos porque ese día era nuestro aniversario de boda, pero nunca regreso". 

Además, especificó que, desde el fallecimiento de Fernando Báez Sosa, ninguno de los padres de los ocho imputados se comunicó con su familia. "Nunca, ya van a ser tres años de la partida de Fernando y nunca se han acercado. A esta altura, sería ridículo".  

Declaraciones de Fernando Burlando

Burlando aseguró que en los ocho imputados "no hubo ningún tipo de arrepentimiento". "Si matas a una persona y te vas a festejar, claramente la intención es una sola", remarcó.

Por otra parte, anticipó que van a estar "esperando con un abultado testimonio" a Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los dos rugbiers que fueron sobreseídos de la causa. "Nosotros queríamos que estuvieran detenidos para que vinieran al debate a aclarar algunas cosas, ahora vienen como testigo", agregó.