Estamos todos pendientes del mundial y del seleccionado argentino. No podemos negar la alegría que da a todos el evento deportivo.
Siempre la política buscó usar los mundiales para tapar algunas cosas. En el 78 en plena dictadura militar y en el 86 en plena debacle económica del país.
En épocas de crisis, que le vaya bien a la Scaloneta le conviene la política para que otras realidades pasen desapercibidas, sobre todo llegando a un fin de año con casi un 100% de inflación.
Mientras la Selección Argentina de fútbol juega contra los rivales de turno, sería bueno que oficialistas y opositores se pusieron a trabajar por bajar la inflación, la pobreza, la desigualdad, la inseguridad. El domingo comienza el mundial, estaremos atentos, pero no hay que olvidar que la realidad nos golpea de diferentes formas.