Tras la prórroga establecida, el Gobierno Nacional puso en marcha el 1° de octubre la aplicación de la segmentación tarifaria. Al finalizar el 2022, los aumentos serán de entre un 47% y un 83%, dependiendo de la categoría en la que haya quedado ubicado el usuario.
El primer aumento- de casi un 16%- se habría dado durante el período de marzo-abril por una actualización ordenada por la Secretaría de Energía Argentina.
A fines de mayo, se dispuso la segunda actualización estacional (invierno) de un 14,12%, que entró en vigencia en el bimestre de junio/julio.
No obstante, durante junio y julio también entró en vigencia la autorización del incremento del Valor de Distribución solicitado por EC SAPEM, un aumento del 17,61% en la tarifa de los usuarios.
Dentro de las 3 categorías establecidas para la segmentación tarifaria del servicio de electricidad, las familias con ingresos de más de $400 mil perdieron todos los subsidios, por lo cual, se prevé que llegado fin de año- según un informe presentado por El Ancasti- paguen una boleta de luz con un incremento del 83%.
Por su parte, las familias con ingresos menores a $400 mil y aquellos hogares en los que perciban únicamente planes sociales, no tendrán aumentos hasta diciembre. El consumo no debe superar los 550 kwh para mantener el beneficio.
Según se estipula, este mes, cerca del 30% de los hogares perderá 20% de la reducción tarifaria que recibía hasta ahora, otro 40% lo perderá entre diciembre y enero y el restante 40% entre febrero y marzo de 2023.