Catuchas

¿Nos tomamos un café? Santa Croce, una cafetería con sello propio

Santa Croce, ubicada en calle Prado, se caracteriza por sus productos intensos y aromáticos. Un local pequeño, cálido y perfecto para disfrutar de un buen café.
Por Marcelo Sosa

Un cafecito se puede relacionar con darse un gustito. Es un momento de recompensa, de relajación, de contemplación. Se puede asociar a la calidez de la taza, al aroma intenso del grano, a la lluvia en una ventana.

Si bien se festeja el Día Internacional del Café para homenajear a los productores cafeteros del mundo, su conmemoración no fue establecida por un motivo histórico.

Sin embargo, siempre hay una buena excusa para tomarse un buen café y para los amantes de esta bebida milenaria, en la Capital existe una cafetería de especialidad que ofrece distintas variedades y aromas.

Ubicada en calle Prado 485, Santa Croce abrió sus puertas y en poco tiempo logró posicionarse en el mapa con la calidad de sus productos. Abrir un café de especialidad no fue sencillo, contaba Martín Marti a INFORAMA, un erudito y apasionado de la profesión.

Entre los sonidos de la máquina de espresso y las charlas de los clientes, Martín relataba mil y un detalles a la hora de preparar un buen café y al parecer, no es tan simple como parece.

Existen varias particularidades que definen un buen café: la temperatura del agua, el tipo de grano, la preparación; es una alquimia difícil de definir. Una química que Martín conoce e incorpora cada día en cada taza que prepara.

El dueño de Santa Croce contó algunas de las características de esta bebida a INFORAMA.