La reconocida antropóloga feminista Rita Segato está en Catamarca siendo parte del 1er Congreso Latinoamericano de Humanidades y Ciencias Sociales que se realiza en la UNCa, y por la que fue declarada “Doctora Honoris Causa” (la primera mujer en recibir ese honor en 50 años).
Tras ofrecer una conferencia magistral en la inauguración de las jornadas, la prensa tuvo tiempo de intercambiar con ella algunas palabras y dejó definiciones más que destacables.
Consultada respecto del intento de magnicidio a Cristina Fernandez de Kirchner, Segato aseguró que lo sucedido no es ajeno a los discursos que generan “desprecio” por el país, como cuando se publican noticias de jóvenes profesionales “siendo felices en España trabajando de servicio doméstico”. “Esos relatos de que somos un país despreciable nos llevan a un ataque de nuestra gente en general”, explicó.
Segato habló de un “complot” generado por discursos que propician una percepción de “país despreciable”. “Todos los días nuestros jóvenes escuchan que este es un país despreciable. Es un ataque a la autoestima de todos ellos. Y creo que este atentado es parte de ese proyecto de complot”.
"Pensarse como político mujer"
Para Segato, el hecho de que el arma haya apuntado "a la cabeza y no al cuerpo" significó claramente un hecho que buscaba pegarle "un tiro a la Nación y al país".
"Estaba dirigido a la cabeza. Eso iba a causar un caos y un estado de no gobernabilidad que necesariamente nos iba a llevar a un estado de excepción. Iba a ser un caos, un país en anarquía", se lamentó.
Según reflexionó la especialista, no se trató únicamente de un intento de atentar contra la vida de una mandataria, sino que además tuvo condimentos de odio de género que nunca fueron tenidos en cuenta por la propia Vicepresidenta. "Yo no creo que fue solamente un tiro a una persona, aunque estuvo trabajado con la exacerbación, con la promoción del odio esa persona. Una persona que es muy fácil de odiar 'porque es mujer´", explicó.
"Ese es uno de los errores de Cristina, yo creo. Nunca se dio cuenta de que un político que es mujer tiene que pensarse como político MUJER, porque tiene una vulnerabilidad extra. Una vulnerabilidad moral. Una sospecha sobre sí que es muy fácilmente trabajable", concluyó