El padre Guillermo Medina, sacerdote de Santa María, compartió con emoción y orgullo su cercanía con el recientemente elegido Papa León XIV, el primer pontífice de la Orden de San Agustín en la historia de la Iglesia. Medina convivió con él durante años en Roma, cuando el ahora Papa era Superior General de los agustinos, y recuerda con cariño su sencillez, alegría y compromiso con la misión evangelizadora.
Durante la entrevista con Canal Cuatro Santa María, Medina resaltó la figura del nuevo Papa como alguien humilde, accesible y profundamente espiritual. “Compartimos casi 17 años de vida en el mismo complejo en Roma, en el Colegio Internacional de los Agustinos”, relató con emoción el sacerdote.
“Lo veía siempre de buen humor, nunca cansado. Era alguien que volvía de sus viajes y se tomaba el tiempo para conversar, para estar con nosotros. Eso habla de su entrega, pero también de su espíritu misionero”. Esta vivencia cotidiana permite a Medina trazar un perfil humano del nuevo Papa: alguien cercano, de trato sencillo, sin afectaciones, profundamente comprometido con la vida de comunidad.
El nuevo Papa, que sucede al fallecido Francisco, tiene una trayectoria extensa dentro de la Orden. Fue electo como Superior General en dos períodos consecutivos, desde 2001 hasta 2013, y en ese rol recorrió el mundo visitando comunidades agustinas en más de 40 países. “Aquí también lo recibimos. En 2004 vino a Santa María, durante el jubileo del nacimiento de San Agustín. Participó de celebraciones, estuvo con sacerdotes locales, y conoció nuestra realidad pastoral. Volvió en 2013, ya hacia el final de su mandato, en una visita más breve”, recordó el padre Guillermo.
Además, el padre Medina agregó que el Papa “Nos conoce, sabe lo que hacemos, y eso nos llena de alegría. No es un Papa lejano, sino alguien que ha compartido la vida con nosotros”, destacó.