Cada 28 de enero, la ONU conmemora el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre, también conocido como el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2. Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar a la población mundial sobre los efectos negativos del cambio climático y sus impactos en la salud humana y los ecosistemas globales.
En este contexto, se busca identificar las principales causas del calentamiento global, como la actividad solar y las erupciones volcánicas, cuyo impacto aumenta a nivel mundial; la desforestación de bosques y selvas, que conlleva a la pérdida de biodiversidad; la quema de combustibles fósiles, una de las principales fuentes de emisiones de CO2; el uso excesivo de fertilizantes, que afecta la calidad del suelo y las aguas; y la producción de residuos que genera daños irreparables al medio ambiente.
El dióxido de carbono (CO2) es un gas esencial para la vida en la Tierra, pero su concentración en la atmósfera ha aumentado de forma alarmante en las últimas décadas. Este fenómeno ha alterado el equilibrio climático del planeta, especialmente desde la Revolución Industrial, que trajo consigo la proliferación de fábricas, el uso masivo de petróleo y la creación de nuevos medios de transporte.
¿Qué piensan los argentinos sobre el calentamiento global?
En el marco de esta fecha de concientización, la Fundación Vida Silvestre dio a conocer los resultados de una encuesta realizada a más de 6.000 jóvenes argentinos entre los 16 y 29 años. El estudio, realizado por Ágora Consultores, proporciona un panorama claro sobre las preocupaciones ambientales en el país:
- 9 de cada 10 argentinos creen que el deterioro ambiental afecta gravemente la salud de las personas.
- 8 de cada 10 están interesados en el cuidado del ambiente, pero consideran que el compromiso social sigue siendo insuficiente.
- Más de 6 de cada 10 encuestados ven la pérdida de bosques como el problema más grave, especialmente en regiones como Gran Chaco y Misiones, donde el impacto directo en la biodiversidad es evidente.
- Más de la mitad de los encuestados se preocupan por los incendios, cuyo aumento está vinculado al cambio climático y las sequías. Estos incendios, de difícil control, causan daños irreparables al medio ambiente y afectan a las personas.
- Un 40% de los encuestados señaló el manejo de residuos como una prioridad, destacando la importancia de la separación de residuos y el reciclaje, especialmente en áreas urbanas como la CABA.
- Otro 40% expresó su preocupación por el cambio climático, especialmente tras el hecho de que 2024 haya sido el año más cálido de la historia, con eventos extremos como olas de calor, sequías y tormentas de gran magnitud.
El Yaguareté: símbolo de la biodiversidad Argentina
El yaguareté, el felino más grande de Argentina, se ha consolidado como uno de los mayores símbolos de la biodiversidad nacional. Según la encuesta, 9 de cada 10 argentinos lo identifican como el animal silvestre más emblemático del país. Casi todos los encuestados coinciden en que su extinción sería una tragedia ecológica, ya que este felino es esencial para el equilibrio de los ecosistemas en regiones como la selva misionera, el Gran Chaco y las Yungas.
La encuesta también resalta que la percepción de los argentinos sobre cómo el medio ambiente impacta en su salud es alta. Esto subraya la urgente necesidad de políticas públicas y acciones colectivas que promuevan la preservación de ecosistemas y fomenten una vida saludable. Sin embargo, a pesar del creciente interés por el cuidado ambiental, muchos argentinos consideran que las acciones tomadas hasta ahora son principalmente individuales y no lo suficientemente masivas o efectivas.
La educación ambiental como eje
El estudio pone de manifiesto la necesidad de ampliar la educación ambiental como un camino clave para sensibilizar a la población sobre los principales problemas ecológicos que afectan no solo a la flora y fauna, sino también a la salud de miles de personas.
La pregunta recurrente es: ¿qué podemos hacer como ciudadanos? Es fundamental informarse, hablar sobre temas ambientales, apoyar actividades que fomenten la creación de áreas protegidas en espacios vulnerables, promover el consumo de alimentos libres de agrotóxicos, evitar generar focos de incendios que dañan terrenos frágiles y que tardan años en recuperarse, consultar a profesionales y disfrutar de la naturaleza con respeto y cuidado.