Con motivo de la reciente exposición del presidente Javier Milei en Davos, el gobierno confirmó que avanza en un proyecto de ley que busca eliminar los cupos de género, la figura de femicidio como agravante y diversas normativas vinculadas a políticas de inclusión.
La iniciativa, que sería impulsada por el equipo del secretario de Legal y Técnica, Santiago Caputo, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal Murphy, se presentará en el Congreso durante las próximas sesiones ordinarias bajo el nombre de "Proyecto de Igualdad Ante la Ley".
El fin de los cupos de género y discapacidad
El proyecto apunta a derogar la ley que garantiza el 50% de representación femenina en los cuerpos legislativos nacionales y en el Parlasur, así como los cupos laborales para personas trans, travestis y con discapacidad en la Administración Pública. Según el oficialismo, estas normativas establecen "un trato diferencial ante la ley" que contradice los principios de igualdad consagrados en la Constitución.
El impacto alcanzaría también a leyes como la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743), la Ley Micaela (Nº 27.499), el DNI no binario, y la Ley de Paridad Electoral (Nº 27.412). Estas reformas han generado fuertes críticas, especialmente desde sectores que trabajan en defensa de los derechos de las minorías y las disidencias.
La eliminación de la figura de femicidio
En un contexto donde una mujer es asesinada por razones de género cada 29 horas y en un 2024 que registró 255 femicidios, el Gobierno busca eliminar la figura de femicidio como agravante en los delitos de homicidio. Argumentan que "no debería haber penas mayores por un homicidio contra una mujer que por uno contra un hombre".
Esta postura fue reforzada por declaraciones recientes de Milei, quien sostuvo que las feministas no critican que “la mayoría de los muertos en guerras o los presos son hombres”.
Discursos alineados con la batalla contra el “wokismo”
El discurso del presidente en el Foro de Davos reafirmó esta línea ideológica. Milei criticó lo que llamó la "ideología woke", vinculándola con el feminismo, la inmigración, el ambientalismo y la ideología de género. En su intervención aseguró:
“Es nuestro deber desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo.”
El término “woke”, que significa "estar alerta ante injusticias sociales", se ha convertido en un blanco discursivo del presidente.
Reacciones y polémica
Las reformas propuestas han generado una ola de críticas por parte de organizaciones feministas, colectivos de derechos humanos y referentes políticos de la oposición. Advierten que estas iniciativas significan un grave retroceso en materia de igualdad y derechos adquiridos en las últimas décadas.
Mientras tanto, el gobierno defiende el proyecto argumentando que busca garantizar la igualdad real ante la ley, eliminando políticas que consideran ideológicas y discriminatorias.
La batalla cultural impulsada por el Ejecutivo Nacional promete ser un eje central de debate en los próximos meses, marcando un nuevo capítulo en la confrontación entre las políticas de inclusión y las posturas más conservadoras.