La Dra. Patricia Gómez, médica del Hospital de Niños Eva Perón, compartió una emotiva experiencia vivida en la guardia. Atendió a José, un niño de 5 años con autismo, y a su madre, quien mostró marcas físicas producto de las crisis del pequeño ante el ruido ensordecedor de la pirotecnia.
“Con lágrimas en los ojos, la madre relató cómo abrazaba a José durante sus crisis, dejando que él descargara su estrés en ella. Las explosiones constantes agravaron su condición, obligándolo a retomar medicación de base y de rescate”, expresó la médica en redes sociales.
Con un llamado urgente a la empatía, la Dra. Gómez pide reflexionar sobre el uso de pirotecnia sonora. “Por unas fiestas sin pirotecnia sonora, por favor”, concluyó en su publicación, que busca generar conciencia sobre el impacto emocional y físico de esta práctica.