Con la llegada de las fiestas, la venta de pirotecnia vuelve a estar en el centro de las políticas de seguridad. Según Mariela Romero, secretaria de Protección Ciudadana, este año se registró una disminución en las solicitudes de habilitación para la venta de estos productos, en comparación con años anteriores.
Hasta el momento, se han autorizado 62 locales y rechazado 5 solicitudes por incumplimiento de requisitos, como la instalación de matafuegos de 20 kilogramos, salidas de emergencia, y la colocación de cartelería que prohíba la venta a menores de 16 años.
Además, solo se permite la comercialización de pirotecnia lumínica, alineándose con normativas que buscan reducir el impacto sonoro, especialmente para personas sensibles al ruido.
La Brigada de Explosivos, junto con inspectores municipales, controla la infraestructura de los locales y verifica que los productos cumplan con los estándares establecidos. En casos de incumplimiento, como el reciente uso de pirotecnia sonora en un salón de fiestas, las sanciones incluyen clausuras inmediatas y multas determinadas por el Juzgado de Faltas.
Para facilitar la denuncia de irregularidades, los vecinos pueden usar la aplicación “Cerca del número 147”. Este sistema permite reportar el uso indebido de pirotecnia sonora, garantizando respuestas rápidas y efectivas por parte de las autoridades.
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