La jueza de familia Nº 1, Erica Saccher Maione, dio detalles sobre el proceso de adopción en Catamarca en el marco del Día Mundial de la Adopción celebrado el 9 de noviembre.
“La realidad en Catamarca es que muchas personas se inscriben en el registro único de aspirantes para fines de adopción, pero muchos quieren bebés recién nacidos o niños sin ninguna discapacidad y lamentablemente no siempre son esos números y las circunstancias que tenemos disponibles”, detalló aunque comentó que también hubo casos de niños con estas características que fueron adoptados, algo que los alegra mucho porque “pueden acceder al derecho de vivir en familia”.
“Los procesos de adopción son los procesos más felices que tenemos en el Juzgado. Y esta es una fecha que nos invita a reflexionar profundamente sobre la importancia que tiene esta práctica en la vida de miles de niños, niñas y adolescentes”, manifestó a INFORAMA RADIO.
La jueza explicó que se trata no sólo de un acto legal sino también de un “vínculo reparador”. “Es una posibilidad de construir una nueva historia en la infancia que recupera el amor, el cuidado, la estabilidad que en realidad todo ser humano merece”, sostuvo.
Rescató el “poder transformador” de este proceso, en el que se tejen aspectos que “sostienen, reconstruyen y dan sentido a la vida de estas personas que atravesaron situaciones de tanta vulnerabilidad y desarraigo”.
Aclaró, sin embargo, que el hecho de que un niño esté institucionalizado en un hogar no significa que se encuentren en situación de adoptabilidad.
“Hay un camino para llegar a la adopción y ese camino tiene varias etapas. Una vez que el niño está declarado en situación de adoptabilidad, ahí podemos proceder a hablar de adopción, porque antes se trata de reconstruir la historia de esos niños con su familia de origen”, indicó sobre los pasos a seguir, en los que calificó de compleja la etapa previa a la situación de adoptabilidad.
“Es importante ver este proceso sin estereotipos, verlo desde el amor”.
Jueza Erica Saccher Maione
Luego de eso “se procede a elegir a los pretensos adoptantes, que son todas las personas que se encuentran inscriptas en el registro para trabajar en una guarda con fines de adopción”.
“Esta guarda es un proceso respetuoso de la escucha activa del niño, niña o adolescente, de los pretensos adoptantes. Tratamos de tener en cuenta todos los intereses en juego. También si hay niños en esa familia que pretende adoptar, porque muchas veces se cree que el único interés que prevalece es el del niño a ser adoptado y no. También tenemos que tener en cuenta a los niños que ya pertenecen a esa familia”, profundizó.
También dijo que la adopción está usualmente estereotipada y estigmatizada y que, aunque hay raíces comunes como el riesgo que viven los menores de edad bajo dichos hogares, ellos tienen “la obligación de tratar de ayudar para que el niño pueda reintegrarse a su familia de origen, por supuesto, siempre respetando el interés superior del niño”.
“La adopción tiene que tener un efecto terapéutico, es decir, nosotros tenemos que respetar esa situación de interseccionalidad que es la suma de vulnerabilidades en las que se encuentra ese niño para poder devolverle el derecho a vivir en una familia y así proteger su desarrollo holístico que es la actuación física, psíquica, emocional”, añadió Saccher.
Finalmente, recordó que “hoy ya no hay que pensar en que la familia es mamá, papá, hermano, sino que puede haber una familia con dos mamás, una familia con dos papás, una mamá sola, un papá solo”, remarcando que hubo una “apertura enorme desde lo jurídico a reconocer todos los distintos tipos de familias”.
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