En medio de una crisis económica, la dinámica laboral en Argentina ha experimentado cambios significativos en el último año. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante el segundo trimestre de 2024, se registró una pérdida alarmante de 160.356 puestos de trabajo asalariados formales en comparación con el mismo período de 2023.
Este fenómeno no solo representa una disminución en el empleo formal, sino que también evidencia un crecimiento notable en el empleo autónomo y en el sector informal, que parecen haberse convertido en alternativas viables para quienes buscan enfrentar la precarización laboral.
El informe del INDEC reveló que se generaron 154.579 puestos no registrados en el mismo periodo, de los cuales 113.432 corresponden a trabajos por cuenta propia y 13.461 fueron absorbidos por el sector público. Estas cifras reflejan un incremento en la economía informal, donde trabajadores que enfrentan la falta de estabilidad laboral buscan sostenerse mediante la autoempleabilidad y la creatividad económica.
El impacto del "Plan Motosierra" y la búsqueda de ingresos adicionales
Las medidas económicas, en particular el denominado “Plan Motosierra” impulsado por Javier Milei, han jugado un rol fundamental en este panorama. Dicho plan, que busca reducir el tamaño del Estado, ha promovido una disminución en el empleo público y alentado la iniciativa privada y autónoma como motores de generación de empleo.
Sin embargo, estas políticas han coincidido con una crisis ocupacional y bajos salarios en el sector privado, que llevan a que cada vez más personas opten por alternativas de trabajo no formal y autoempleo para sostener sus ingresos.
Además, según la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo, el empleo privado registrado en empresas de más de diez empleados disminuyó un 0,1% en agosto, en comparación con el mes anterior. Esta contracción muestra una dificultad de las empresas para absorber la mano de obra en un contexto de desaceleración económica, lo cual alimenta el crecimiento de los empleos informales y autónomos.
Brechas de ingresos: mujeres y jóvenes, el sector con mejores oportunidades
Un análisis de los ingresos reales refleja otra dimensión de la crisis. Durante el primer semestre del año, los hogares con ingresos más bajos han experimentado una leve recuperación, aunque los deciles más altos de ingresos han mostrado caídas.
En el primer trimestre de 2024, los primeros tres deciles sufrieron una contracción ocho veces mayor en comparación con el decil de mayores ingresos. Sin embargo, en el segundo trimestre, la diferencia en las caídas se moderó, mostrando una reducción promedio de 12% en todos los deciles, con un leve repunte en los ingresos de los sectores más vulnerables.
En contraste, la tasa de empleo mejoró entre las mujeres y los jóvenes, quienes mostraron un crecimiento en la participación laboral. Esta tendencia podría responder a la necesidad de ingresos adicionales en los hogares, así como al crecimiento de empleos en sectores específicos, como el comercio y los servicios, que suelen emplear a estos grupos demográficos.