Las familias Arriera, Romero y Cardoso están involucradas en esta disputa por un territorio de cientos de hectáreas, y la situación comenzó a generar preocupaciones por un posible aumento de la violencia.
En las últimas horas, se encontraron más de diez caballos muertos, aparentemente por disparos, junto con otro animal que fue severamente mutilado. La fiscal Valeria Reyes se hizo cargo del caso, y a través de la Unidad Judicial 12 se recibieron denuncias y testimonios que apuntan a la gravedad de los hechos.
Peritos realizaron una inspección ocular en el área afectada y descubrieron los numerosos animales sacrificados esparcidos por los campos. Los testimonios recopilados sugieren que la disputa se centra en tierras altamente productivas, intensificando el conflicto.
Las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.