La minera anglo-australiana Rio Tinto, confirmó hoy la compra de Arcadium Lithium después de que los consejos de administración de ambas compañías aprobaran la transacción por USD 6.700 millones, que como mínimo duplica las estimaciones de valuación.
La compra de Arcadium se considera un paso estratégico para Rio Tinto, ya que Argentina es uno de los mercados más prometedores del litio, mineral demandado por la creciente demanda de vehículos eléctricos y la necesidad de almacenar energía renovable.
En términos económicos, Rio Tinto pagará USD 5,85 por acción de Arcadium, lo que representa una prima del 90% sobre el precio de cierre del 4 de octubre.
Jakob Stausholm, director ejecutivo de Rio Tinto, señaló a Infobae que la adquisición fortalece la capacidad de la empresa para liderar en la producción de materiales esenciales para la transición energética. “Esta compra crea un negocio de litio de clase mundial junto a nuestras operaciones de aluminio y cobre”, declaró y resaltó que el litio será un componente clave para el suministro de baterías en los próximos años.
La semana pasada, durante su gira por Londres, el gobernador Raúl Jalil se reunió con Stausholm quien les presentó detalles del funcionamiento de la empresa en provincias argentinas y destacó el gran potencial del país, calificándolo como una “tierra de oportunidades” para la inversión minera.
Actualmente, Arcadium opera dos de los cuatro proyectos activos que producen carbonato de litio en Argentina: el proyecto Olaroz en Jujuy y el proyecto Fénix en Catamarca. Estos activos representan una porción importante de la capacidad productiva del país, que se ha triplicado en los últimos dos años, según datos de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM).
La adquisición de Arcadium no sólo fortalece la presencia de Rio Tinto en Argentina, sino que también le otorga acceso a minas y plantas en países estratégicos como Australia, Canadá y Estados Unidos.
Además, Arcadium tiene una sólida base de clientes que incluye a gigantes como Tesla, BMW y General Motors, lo que coloca a Rio Tinto en una posición privilegiada para capitalizar la creciente demanda de vehículos eléctricos y baterías.
En el contexto argentino, la operación también podría tener un impacto significativo en las exportaciones del país, dado que el litio representó el 15% de las exportaciones mineras en 2023, frente al 3,6% en 2020. A medida que proyectos como los de Olaroz y Fénix aumentan su capacidad productiva, las proyecciones para el sector minero argentino son optimistas, con una docena de nuevos proyectos que podrían empezar a operar en los próximos años.
A nivel global, los analistas prevén que la combinación de Rio Tinto y Arcadium podría representar alrededor del 10% del suministro mundial de productos químicos de litio para 2030.