“El cáncer de mama es la patología más frecuente en la mujer”, señaló la especialista, remarcando la prevalencia de esta enfermedad. Sin embargo, subrayó que el diagnóstico temprano es clave para cambiar el curso de la enfermedad: “La mejor forma de controlarlo, poder interrumpir su historia natural, es encontrarlo precozmente”.
Además, destacó los avances en la medicina, tanto en anatomía patológica como en oncología, que han permitido tratamientos más personalizados y efectivos. “No todos los cánceres necesitan quimioterapia, por eso también promovemos que las mujeres vayan al mamógrafo cuando no tienen síntomas, cuando están sanas, una vez por año”, indicó.
La Dra. Piaggio invitó a todas las mujeres, especialmente aquellas a partir de los 40 años, a realizarse una mamografía anual, como método fundamental para la detección de lesiones en etapas iniciales. Una de las ventajas de la detección precoz, según la doctora, es que permite identificar lesiones que aún no son palpables, lo que facilita un tratamiento menos agresivo y con una mayor tasa de éxito. “Podemos encontrar lesiones no palpables que más adelante podrían llegar a ser un cáncer de mama. En ese caso, se hace un tratamiento mucho más sencillo, menos agresivo”, explicó.
“La sobrevida del carcinoma no palpable es de más del 95 %, con un tratamiento que no es muy agresivo”, resaltó Piaggio, alentando a las mujeres a no esperar a tener síntomas para realizarse los estudios correspondientes.
La especialista también abordó la importancia de transformar el cáncer de mama en una enfermedad crónica tratable, similar a otras patologías como la diabetes, las enfermedades cardíacas o tiroideas. “Lo que yo siempre le digo a mis pacientes es que todo tiene solución. Los tumores grandes también tienen una buena resolución. El desafío allí es hacer de esto una enfermedad crónica, que con un tratamiento adecuado, se pueda vivir una vida normal”, expresó.
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