Lorenza Mamaní, conocida como "la última Diaguita" quien residía en total soledad en el corazón de la cordillera de San Buenaventura, cerca de Fiambalá, atraviesa una situación de salud delicada que requirió su traslado a un sanatorio en la Capital.
Anteriormente, el municipio fiambalense posteó que desde la Dirección de la Mujer dispusieron una persona para que cuide a la mujer en casa de su sobrino.
Con más de 90 años, Lorenza vivió prácticamente toda su vida en compañía de sus llamas, resistiendo los rigores del clima cordillerano. Su traslado generó gran preocupación entre los habitantes de Fiambalá, quienes reconocen en ella un símbolo de la cultura y la historia local.
Lorenza Mamaní había sido internada anteriormente por problemas de salud, pero esta vez su estado es descrito como complejo, lo que motivó su traslado a un centro de salud mejor equipado en la Capital.