El ingeniero Oscar Arellano, Rector de la Universidad Nacional de Catamarca habló sobre la marcha nacional de ayer, que se realizó en “defensa de la educación pública y gratuita”, motivada por el fuerte impacto que el recorte presupuestario ocasionó en el funcionamiento y financiamiento de las actividades.
“La Universidad Argentina creció al calor de las luchas por la democracia, por los valores, por la educación de calidad, la ciencia y tecnología. Y esto parece nuevo después de varios años que no encontramos estas luchas”, expresó .
En ese sentido, describió los esfuerzos de la comunidad educativa hasta llegar al funcionamiento actual. “Pasando de una universidad elitista cerrada, donde no había selección de docentes, a pasar a una universidad cogobernada, cátedra libre, la elección de los docentes por concurso porque antes era casi como que se heredaban las cátedras. Y eso generó un movimiento muy importante en la mejora de la calidad educativa, de la ciencia y la tecnología”, sostuvo.
Al respecto, comentó en El Ágora, que el presupuesto que tienen se compone 90% de salario docente y no docente y de un 10% para funcionamiento. "Dentro de ese 10% está la función de investigación en ciencia y tecnología” explicó, lo que implica, “que prácticamente no están financiadas por el presupuesto interno de las universidades y obliga a buscar presupuesto externo”.
“Cuando se congela el presupuesto porque queda reconducido por el del año 2023, que fue elevado en septiembre de 2022 y aprobado en octubre de ese año, estamos hablando de que se proyectó el presupuesto de octubre de 2022. Tenemos 18 meses hasta esta altura con una inflación del 300%”, detalló el ingeniero.
Y agregó: “Y si a esto le sumamos, algunas cuestiones como los servicios (…) el impuesto reconducido de 2023, no alcanzaría, en el mejor de los casos, ni para pagar la luz, lo que está pasando en varias universidades del país. Nosotros tuvimos la previsión de guardar los ahorros de la pandemia y eso nos permite decir que estamos en condiciones de funcionar independientemente de los vaivenes presupuestarios”.
Por este motivo, la Casa de Altos Estudios tomó varias medidas para soportar la crisis. Entre ellas, Arellano explicó que en agosto del año pasado decidieron congelar los montos para viáticos, en diciembre, hicieron lo mismo con los sueldos de los funcionarios universitarios. Y ahora pararon los vehículos y colectivos de viajes, todas las obras de transformación con recursos propios que se podrían hacer en Belén, en Los Altos o en sede, refacciones de las casas alquiladas. Aunque destacó que pudieron mantener el cuidado del predio “que es uno de los rubros que más requiere”.
Oscar Arellano, Rector de la UNCA“Hay una pérdida del poder adquisitivo del presupuesto o de lo que podemos hacer del 80% prácticamente”.
En cuanto a los anuncios del Gobierno de que enviarán los montos para los próximos meses, dijo que “habrá que ver lo que realmente se concreta”. “Es algo muy importante pero todavía sigue siendo insuficiente y no llega al 50% de lo que debería ser el ajuste por inflación”, indicó.
En alusión a la mirada que el Gobierno Nacional tiene sobre la educación superior, dijo que “pareciera que considera que no es necesaria y que no está bien financiarla (...) entonces pone en tela de juicio la verdadera necesidad de la educación pública”.
En referencia a los cuestionamientos por la politización del evento, comentó que "acá también hubo sectores políticos pero la convocatoria fue del sector universitario” y cualquiera que creyera que el sistema educativo público y gratuito era importante, “tenía el derecho a asistir”. “Me parece que es también parte de la libertad política de expresar. Descalificarla porque Kicillof o Massa estuvieron presentes no tiene mayor importancia. Claramente es un intento de descalificar o disminuir el valor de la marcha en sí misma”, insistió.
Finalmente, respecto de la auditoría de estas instituciones, aseguró que “no es cierto que no sean auditadas. "Cada universidad tiene una auditoría interna que se reporta a la Auditoría General de la Nación (…) Nosotros seguimos enviando los informes a la SIGEN y este la remite a la AGN. Ahora que la AGN no tenga gente o no pueda auditar en la medida que deba hacerlo, no es un problema de las universidades”.
En el caso del segundo componente presupuestario que reciben, vinculado a los programas especiales que se financian por fuera del presupuesto, como los de extensión universitaria, obras y demás, contó que ”de eso se rinde cuentas al Ministerio del que provino el dinero”.
“No es que podamos hacer lo que querramos (…) estamos absolutamente abiertos al tema de las auditorías, cuyos informes se remiten permanentemente”.
Oscar Arellano
Por último, el Rector expresó que la Argentina vive una crisis educativa, pero que el sistema universitario sigue siendo de calidad porque la autonomía les permite autogestionarse y no estar supeditados a los vaivenes políticos.
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