El jefe de Relaciones Institucionales de la EC SAPEM, Aldo Palavecino, habló tras la noticia de que un hombre falleció por recibir una descarga eléctrica mientras realizaba una conexión eléctrica no autorizada.
“Lamentablemente tenemos que decir que son hechos que suceden en personas que no están provistas del material necesario para operar en las redes y que además realizan operaciones muy peligrosas”, comunicó a INFORAMA RADIO.
Y explicó que “manipular un cableado eléctrico estando electrificado es muy riesgoso, muy peligroso, algo que no se aconseja. Ni siquiera nuestro personal tiene permitido realizar esas operaciones. Pero entendemos que por diversos motivos las personas o ciudadanos lo realizan y las consecuencias a veces son lamentables como en este caso”.
Además dijo que “las conexiones clandestinas son un viejo problema. Es robo de energía a la empresa. No es nueva la operatoria, nosotros tenemos un área que se denomina fraude y que se dedica todos los días a recorrer la ciudad y a detectar conexiones clandestinas”.
En cuanto a las cifras que manejan, comentó que en tiempos normales el promedio de conexiones clandestinas ronda entre un 10% y un 15%, cifras que en épocas de crisis “es natural que aumenten”.
Además, informó que la empresa detecta entre 20 y 30 conexiones clandestinas por día en un día normal de trabajo. Palavecino también informó que detectaron una nueva operatoria “que se está ampliando en porcentaje al total del fraude vinculado a las conexiones indirectas”.
Se trata de “una sofisticación del robo de energía, que tiene que ver con instalar un cable paralelo a la conexión formal de la energía”. Maniobra que implicaría “un robo indirecto a través de una línea formal, que cuesta más detectar. Porque en principio nuestros operarios pueden detectar a simple vista una conexión clandestina, pero cuando observan a simple vista una bajada convencional, normal, bien hecha hay que detenerse y verificar que ese cable que baja de la línea de baja tensión hasta el medidor no esté intervenido o conectado con algún cable que dio energía”, relató.
“El último operativo que realizamos en forma conjunta con la policía hace aproximadamente dos semanas, fue en un barrio del sur de la ciudad al lado de avenida Cobacho, en el que se detectaron en dos, tres días 160 conexiones clandestinas aproximadamente. Y posteriormente al operativo de la eliminación de esas conexiones, el personal del área se dedicó a controlar cuánto de esos usuarios vinieron a la empresa a normalizar el servicio. De los 160 usuarios, 70 llegaron a la empresa con la intención de normalizar el servicio, el resto todavía no. Lo que hace suponer que son personas que por uno u otro día acceden al servicio”, detalló.
Respecto de la forma de proceder cuando descubren una conexión de este tipo, aclaró: “En principio, toda conexión clandestina es alguien que no figura en nuestro sistema salvo que en su momento haya formalizado el servicio y haya dejado de pagar o haya cancelado su deuda y pasado a la clandestinidad, pero en general son personas que no figuran en el sistema. Cuando nosotros accedemos a una conexión clandestina no podemos hacer la denuncia a nombre de una persona X, ni siquiera a nombre del propietario de las viviendas, porque tampoco lo sabemos. Por lo que la denuncia formal se hace a nombre de personas desconocidas y en determinado domicilio. De modo que eso queda para una investigación interna”.
Palavecino también manifestó que “la energía que roba el colgado, la roba a energía de Catamarca EC Sapem. A nosotros como empresa, que es energía que nosotros compramos en Buenos Aires, a CAMMESA y que se la debemos pagar a esa empresa. Si el usuario acá en Catamarca la consume y no la paga, nosotros tenemos que hacernos cargo como empresa de esa energía. ¿En qué afecta al usuario común un vecino colgado? en la calidad del servicio”.
Finalmente agregó: “A mí personalmente me llaman y me comentan que en determinadas zonas hay variaciones importantes de tensión cuando no se registran problemas de eventos climáticos. Y eso tiene que ver con gente que está accediendo al servicio, está consumiendo energía en zonas donde no está previsto un determinado número de usuario. Por ejemplo, un transformador tiene capacidad para un número x de consumidores o un número x de viviendas. Si nosotros le duplicamos o triplicamos el número de viviendas a un transformador va a funcionar mal”.
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