La marcha inició en la ex Escuela Mecánica de la Armada (Museo Sitio de Memoria ESMA), recorriendo 13 kilómetros hasta la Plaza de Mayo.
La multitud, compuestas por organismos de derechos humanos, la CGT, y diversas agrupaciones políticas y sociales, se dirigieron hacia la Casa Rosada con el fin de llegar a la Plaza de Mayo para el acto central.
Durante el evento, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, leyó el comunicado oficial, en el cual exigió una ley contra el negacionismo para sancionar a aquellos funcionarios que desestimen los crímenes de lesa humanidad.
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también tomó la palabra, leyendo un texto propio en el que criticó duramente al gobierno y rechazó el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado, enfatizando que "son 30 mil desaparecidos".
La izquierda, por su parte, inició el segundo acto en la Plaza de Mayo, declarando: "A 48 años del golpe de 1976, son 30.000. Fue y es genocidio". Condenaron las amenazas de muerte a los militantes y pidieron la unificación de las causas de lesa humanidad, exigiendo cárcel común, condena perpetua y efectiva para los responsables.