En medio de la polémica por un caso de "justicia por mano propia" ocurrido el pasado viernes en la zona sur de la ciudad, el policía Luis Miranda (27), su padre Luis (51) y su hermano Federico (21) declararon ante la fiscal Gabriela De Marcos, responsable de la investigación.
La Fiscalía, evaluando las próximas acciones, considera solicitar una audiencia de control de detención o la excarcelación con el cumplimiento de una caución para los acusados, imputados por "privación ilegítima de la libertad doblemente agravada por el número de personas y por el uso de arma de fuego" y "amenazas calificadas".
Los tres, asistidos por su abogado defensor Juan Pablo Morales, negaron la intención original de violentar o retener a los jóvenes supuestamente vinculados al robo de un parlante propiedad de la familia Miranda.
Según su versión, acudieron a recuperar el dispositivo después de verlo en venta en un grupo de Facebook. Aseguraron que la situación se tornó violenta cuando se vieron superados en número al llegar a la casa, resultando en una trifulca donde un joven resultó herido en la cabeza por el impacto de la culata de un revólver.
Las declaraciones de los acusados difieren significativamente de las de los damnificados, quienes resaltaron la actitud violenta de la familia Miranda. Tras las indagatorias, la fiscalía evalúa si pedir una audiencia de control de detención o dictar la excarcelación bajo el cumplimiento de una caución. La situación de los imputados, especialmente del policía Luis Miranda, agrega un agravante debido a su condición de miembro de las fuerzas de seguridad.